La caja de convertibilidad es un sistema monetario que mantiene una moneda nacional, pero establece un tipo de cambio fijo entre esta y una moneda ancla, que generalmente es el dólar estadounidense. El Banco Central continúa siendo un órgano autónomo, pero se le restringe a un mandato dual: debe estabilizar automáticamente el valor internacional de la moneda mediante la compra y venta de reservas de la moneda ancla (Si la moneda se aprecia frente al dólar, se venden reservas de dólares, mientras que si la moneda se deprecia, se compran dólares). El Banco Central también funciona como prestamista de Última instancia del sistema bancario.
Algunos ejemplos de este modelo son: El modelo actual de Hong Kong, usando como moneda ancla el dólar estadounidense; o su aplicación transitoria para la estabilización del lev búlgaro en 1997, donde se usó de ancla el marco alemán.
Por otro lado, el modelo de dolarización se caracteriza por la adopción del dólar estadounidense como moneda oficial y la eliminación del Banco Central del país. En este caso, la política monetaria decidida por la Reserva Federal de los Estados Unidos definiría la política monetaria del país. En un sistema dolarizado, al no existir Banco Central, este no puede comprar deuda gubernamental ni prestar al sistema bancario.
Algunos países que han pasado por el proceso de dolarización son Panamá en 1904 y Ecuador en 1999, ambos manteniéndola hasta la actualidad, y Zimbabue desde 2009 hasta 2019.